top of page

¿Hacemos un "check in"?

Foto del escritor: Lucre RicchezzaLucre Ricchezza

Suena el despertador y arranca el día. Tal vez te hayas despertado unos minutos antes de que suene y te hayas quedado esperando el momento de apagarlo. Te levantás y empezás a cumplir con todo lo que tu día tiene por delante. Vas al baño, te limpiás la lengua (o no), te cepillás los dientes, te bañás, te ponés crema, te secás el pelo (o no), te vestís, desayunás, te vas o te ponés a trabajar -en lo que sea. Transitás el día pasando de una tarea a otra, cumpliendo. Terminás tu jornada laboral y, dependiendo del día, vas a cumplir con tu rutina de ejercicio o con tu rol de amiga, esposa, madre, hermana, hija, te bañás, cenás, capaz que miras alguna serie o algo en la tele y te vas a cumplir con tus horas de sueño. Y así se pasó otro día de esta existencia. Cumpliendo.


Foto: @bosque.contenidos
El contacto de las manos con el cuerpo es una forma de traerte al momento presente. Foto: @bosquecontenidos

¿Hubo algún espacio, al menos un momento, en el que te hayas preguntado cómo estás? Cuando nos encontramos con alguien solemos hacerle esa pregunta. Ya sea por mera cordialidad o porque de verdad nos importa, es una de las primeras cosas que nos enseñan acerca de la amabilidad cuando empezamos a comunicarnos. Por lo general, en el ajetreo diario, contestamos "Bien" y no nos detenemos en los pormenores de nuestro estado, la pregunta es una mera formalidad, y el contenido de la respuesta, a menos que difiera de lo usual, lo pasamos por alto. Pero si tal formalidad existe es porque debe servir para algo. "¿Cómo estás?" "¿Cómo andás?" "¿Cómo te va?", estas preguntas cortas, sencillas, son en realidad una invitación a chequearnos, a ir hacia adentro a ver cómo andamos. Algo que, como vivimos cumpliendo con tareas y con nuestra atención puesta en el afuera, muchas veces desestimamos y reusamos dedicar tiempo a algo tan "aburrido" como quedarnos quietos y en silencio para ver cómo andamos.


Cuando se trata de un otro, siempre estamos, somos amigas de fierro, compañeras incondicionales, nos bancamos en todas, y en ese acuerdo tácito, muchas veces esperamos que otra persona se ocupe de nosotras, que se ocupen de ver cómo estamos. Entonces, cuando los demás "no nos ven", podemos sentir que no les importamos o caer en la falsa -y peligrosa- creencia de que los otros "tendrían que darse cuenta" de lo que nos está pasando, "si se lo damos a entender todo el tiempo". Entonces sufrimos. Lo damos todo para el afuera, cumplimos con todas nuestras tareas, nos salimos de nosotras mismas para que los demás estén bien o nos vean bien, y al final, nos sentimos solas, tristes, agotadas, vacías.


En lo personal, creo que esto pasa porque no nos dedicamos un ratito cada día para ver cómo andamos. El primer "¿Cómo estás?" del día tiene que ser para vos misma. En inglés hay una expresión con la que resueno mucho y es "check in with yourself" que, básicamente, se trata de dedicar un ratito de tu día a ver cómo andas tanto a nivel físico, mental, emocional, energético, espiritual, con fines netamente informativos, sin juzgarte por cómo te estés sintiendo, sino dándote el lugar y el permiso para sentir, y, aceptando y respetando tu estado, pensar o diseñar la manera en la que vas a necesitar transitar tu día. Y créeme que esto es lo más importante que podés hacer no solo por vos, sino por los otros, esos a los que te entregas tan abnegadamente. Dedicarte unos momentos a estar con vos misma, reconociéndote en tus emociones, en tus pensamientos, a moverte suavemente para sentir tus articulaciones, a preparar tu cuerpo para moverte a lo largo del día, a chequear tus niveles de energía para saber cómo vas a necesitar administrarla, a conectar con la esencia pura de lo que sos vos misma, no te hace menos generosa ni menos buena, ni te convierte en una persona egoísta. Simplemente estás preparándote para estar bien vos para poder dar lo mejor de vos a lo que te importan. Cuando en un vuelo, la tripulación nos informa que en caso de despresurización, debemos ponernos primero la mascarilla antes de asistir a otra persona, la instrucción nos sirve de metáfora para la vida. Primero chequeo mis recursos, me preparo, y una vez que estoy en condiciones, puedo ocuparme del resto. De lo contrario, me voy a quedar corta de aire, de fuerza, de energía, de ganas, y puedo inclusive poner mi salud en riesgo.


Hace un rato, antes de sentarme a escribir, quería empezar este artículo contándoles acerca de la estrategia que mi mentor usaba cada vez que empezábamos un encuentro; aunque finalmente, cuando abro mi computadora las palabras fluyen y el orden de las ideas elije cómo organizarse a sí mismo, no quería dejar de compartirles cómo con su gran sabiduría y humildad, nos invitaba a que hiciéramos un "check in" para ver cómo estábamos llegando y darnos el espacio para compartirlo. Y ese check in, era mucho más que una formalidad, era una invitación a detenernos en medio del ritmo frenético del cumplir, para parar el mundo e ir hacia adentro, a vernos a nosotras mismas para saber desde dónde íbamos a estar habitando ese encuentro y permitiéndonoslo. Pero la importancia del check in no termina en que nosotras supiéramos cómo estábamos, sino que tenía el plus de comunicarlo. Y ¿por qué es importante contarle a las personas con las que interactuamos cómo nos sentimos? En primer lugar, porque al hacerlo no damos por sentado que el otro "tiene que darse cuenta de cómo me siento". En segundo lugar, porque les hacemos saber explícitamente que va a haber ciertas cosas que puedan esperarse de nosotras y otras que no. Y, en tercer lugar, al hacer a los demás partícipes de nuestro mundo interno, abrimos la puerta para la colaboración, la comprensión y el apoyo.


Algunas formas de practicar tu check in diario (y que podés repetir las veces que quieras a lo largo del día) pueden ser:


Meditar:

Cerrá tus ojos y concentrá tu atención en la respiración. Observá cómo entra y sale el aire por tu nariz, los movimientos de la respiración en el cuerpo, cómo está tu ritmo cardíaco, tus pensamientos, tus emociones. Podés preguntarte: ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? ¿Cómo se siente mi cuerpo? ¿Cómo está mi energía? Recordá hacerlo con curiosidad, sin ánimo de juzgarte, te estás chequeando para abordar el día o lo que sea que vayas a hacer de la mejor manera para vos. Si querés usar audios de meditación, visitá la sección Medita de la plataforma.


Practicar Yoga o movimientos conscientes:

Si ya estás acostumbrada a hacer yoga, recordá que 5, 10, 15 o 20 minutos SIEMPRE es mejor que nada. Y si no practicás Yoga, podés estirar tus brazos, hacer círculos con tus hombros, abrir y cerrar el pecho, hacer movimientos suaves con tu cabeza, estiramientos de gato contento - gato enojado, siempre y cuando los hagas de manera suave y consciente, proponiendo el movimiento al cuerpo y viendo cómo está "tu materia prima" para encarar el día. (Si querés podés chequear las clases de mi canal para sacar ideas)


Journaling

Esta es sin lugar a dudas, una de mis prácticas favoritas. Se trata de usar preguntas o consignas que nos invitan a la reflexión y la introspección. No es necesario que escribas una carilla entera ni tampoco un testamento, ya el simple hecho de hacerte el espacio para preguntarte y escribir al respecto es un montón.

Te dejo algunos ejemplos:

¿Cómo me estoy sintiendo hoy?

¿Cómo quiero transitar mi día? / ¿Qué cosas tengo ganas de hacer hoy? / ¿Qué voy a hacer por mí hoy? / ¿Hay algún pensamiento que me esté impidiendo transitar mi día tal como lo deseo? ¿Estoy lista para dejarlo ir?

¿Cómo puedo mejorar aquellas cosas que no quiero hacer hoy? ¿Necesito pedir ayuda?

¿Qué puedo agradecerle a mi cuerpo/ a este día/ a la vida/ a mi trabajo/ a mi familia/pareja/amistades/ compañeros de trabajo hoy?


"Checking in with yourself", conectar con vos misma, es una acción poderosa, que está siempre a tu disposición para recordarte que vos tenés el control de tu vida y que el ritmo del mundo lo decidís vos.


Mucho amor,


Lucre

18 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


© 2020 Yoga con los pies en la tierra. Creado con Wix.com

Suscribite a las novedades

¡Gracias! Diste otro paso en tu camino de bienestar.

bottom of page