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5 Acciones Diarias Para Elevar Tu Bienestar Psico-físico-emocional.

Foto del escritor: Lucre RicchezzaLucre Ricchezza

Actualizado: 13 sept 2021



Cada nuevo día trae consigo un sinfín de nuevas posibilidades. Cada nueva inspiración, incluso cada latido es una oportunidad para comenzar a vivir la vida que queremos como la queremos o para seguir incorporando hábitos en nuestro camino de bienestar.


Ya sea que tengas una rutina consolidada o sea la primera vez que oís hablar del tema, estas cinco acciones son pasos concretos que podes integrar a tu vida de manera natural y sin esfuerzo. Lo único que vas a necesitar es recordar tu compromiso diario con vos misma, tu "para qué estoy haciendo esto?". Es fundamental que antes de querer incorporar un nuevo hábito tengas en cuenta tu meta -ya sea a corto, mediano, o largo plazo. Cuando tus acciones forman parte de un plan significativo para vos y superior a ellas mismas, cobran mayor sentido y es más fácil comprometerte con ellas.


1. Levantate temprano. Sí, ya sé que dije que eran acciones simples que no requerirían esfuerzo, pero créeme que vale la pena. En condiciones naturales, nuestro organismo está preparado para seguir los ciclos de la Naturaleza. De acuerdo con la medicina Ayurveda (Medicina Milenaria de la India), lo ideal es levantarnos 48 minutos antes de la salida del sol o, en su defecto, lo más cerca de la salida del sol posible. Sin embargo, como vivimos en sociedades complejas, que se rigen por horarios que en muchas ocasiones no son lo suficientemente "nature-friendly", seguir el ritmo del sol puede tornarse complicado. Lo cierto es que levantarnos cerca de la salida del sol nos permite estar a tono con nuestro ritmo circadiano, el ciclo natural de cambios físicos, mentales y comportamentales por los que pasa nuestro cuerpo a lo largo de 24 horas y que está en estrecha relación con la luz y la oscuridad. Por eso te propongo que te levantes temprano, porque tu cuerpo está preparado para funcionar de acuerdo con los ritmos de la naturaleza. Es muy probable que cuando suene el despertador necesites recordarte varias veces tu "para qué", porque la mente tiene un poder muy grande para convencerte de que te merecés seguir durmiendo una horita más, cuando lo que realmente te merecés es vivir la vida que querés que para vos.

Otro beneficio de levantarte temprano es que vas a poder organizar tu rutina diaria con mayor energía y facilidad, vas a encontrar más espacios para hacer eso que te gusta y no solés hacer por falta de tiempo. Además, vas a sentir sueño más temprano, de manera que vas a notar que tu ciclo de sueño se va acomodando a tu nuevo estilo de vida.


Bueno, te levantaste temprano, ¿y ahora qué? Es súper importante que te armes una rutina coherente con el estilo de vida que querés para vos. Por ejemplo, a mí me funciona levantarme a las 7 am, limpiarme la lengua y los dientes, darme un baño (dependiendo de cómo tenga organizado mi día), tomar un vaso de agua a temperatura ambiente (también se recomienda agua tibia) y luego realizar mi práctica de contemplación -que es nuestra acción #2. Todo esto me lleva entre una hora y una hora y cuarto, aproximadamente.


Levantarte temprano implica esfuerzo pero lo vale al experimentar la sensación de bienestar que me acompaña a lo largo de todo el día.

2. Realizá una Práctica de Contemplación. Acá podés elegir entre varias opciones, probarlas y quedarte con la o las que mejor resuenan con vos, o sea, la o las que mejor te hagan sentir. Entre las distintas prácticas de contemplación se encuentra la meditación, ya sea con mantras, de atención plena, con un mudra, con una visualización guiada, el universo de la meditación es bastante amplio y hoy en día hay muchos videos en YouTube o podcasts con meditaciones guiadas que podés ir explorando.

Otra opción es la práctica de respiraciones conscientes o lo que en Yoga llamamos Pranayama (que en Sánscrito significa algo así como dirigir o alargar la energía vital). También podés optar por una práctica de Tai Chi, Qi Gong, o Yoga, siempre manteniendo tu consciencia y tu atención en la unidad cuerpo-mente-emoción.

Las neurociencias han realizado estudios acerca de los preciados beneficios de las prácticas de meditación, Yoga y respiración consciente. Una práctica regular de meditación tiene la capacidad de contribuir a una vida más empática, compasiva, consciente, con mayor presencia y de equiparnos con herramientas para transitar emociones difíciles y situaciones de estrés de una manera más saludable.


3. Movete. La Organización Mundial de la Salud actualmente recomienda que las personas en edades entre 18 y 64 años "deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana; también deberían realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana, ya que tales actividades aportan beneficios adicionales para la salud".

Como ves, las recomendaciones son bastante abarcadoras y no hay prescripciones acerca de cuáles actividades son mejores que otras. Ya sea que elijas una clase de zumba, salir a trotar tres veces por semana, caminar alrededor de la plaza, nadar, hacer entrenamiento funcional, una práctica regular de Ásanas, o la actividad física que mejor se adapte a tus necesidades y estilo, hoy en día ni siquiera es necesario salir de tu casa para hacer cualquiera de ellas, una de las oportunidades que nos dejó el 2020 es la de tomar clases dondequiera que estemos cuando lo deseemos gracias a las clases virtuales y videos de Youtube.


4. Elegí tus alimentos y la forma en que querés comerlos conscientemente. ¿Para qué comemos? Esta pregunta es una de las preguntas más importantes a la hora de pensar en la comida. Comemos para recargar energías, para nutrir nuestro cuerpo físico y tomar de los alimentos los nutrientes que necesitamos para continuar con el desarrollo de nuestra vida. Entonces, con esta idea en mente, diseñar conscientemente nuestro plato debería tener un espacio tan importante como la ingesta de alimentos propiamente dicha. Si te interesa incorporar nuevos hábitos alimenticios o un plan de alimentación acorde al estilo de vida que querés para vos, te sugiero que consultes con algún experto o experta en nutrición. Otras preguntas que pueden serte de ayuda a la hora de diseñar tu plato son, ¿Cómo quiero sentirme después de esta comida? ¿Estoy para comer algo untuoso o necesito algo liviano? ¿Qué colores voy a incluir en esta comida? ¿Cómo estoy llegando a este momento, estoy apurada, a las corridas, estoy enojada, triste, con mil pensamientos por segundo, nerviosa por algún motivo, con un montón de estímulos alrededor, o estoy tranquila, calma, presente, conectada con lo que estoy haciendo? Esta última pregunta es una de las más importantes. Es tan necesario comer alimentos que nos nutran como incorporarlos en forma consciente, dedicándole al momento de la ingesta el tiempo y el espacio que necesitamos para disfrutar y digerir lo que comemos. Cada comida es una oportunidad de hacer de un momento simple, una ceremonia. Te propongo que hagas tu teléfono a un lado y que no lo chequees por el lapso de tiempo que estés comiendo (incluso si son 15 minutos!), que apagues la tele, que pongas música relajante si es que lo deseas, y que comas en silencio o en buena compañía. Te recomiendo que antes de dar el primer bocado, te tomes unos instantes para cerrar tus ojos y tomar cinco respiraciones conscientes. Esto te va a ayudar a registrar tu emocionalidad y a calmar tu ritmo cardíaco, preparando tu cuerpo para recibir su sustento.

Y este punto se relaciona íntimamente con nuestra acción #5.


5. Regula tu Feed Emocional. Preservar tu emocionalidad es prioridad. Dice Eckhart Tolle que las emociones son el reflejo de la mente en el cuerpo. A lo largo del día experimentamos un amplio rango de emociones, desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir, atravesamos diferentes situaciones y nos exponemos a una gran variedad de estímulos que influyen directamente en nuestra emocionalidad. Cuando te quedás sin agua en medio de una ducha, mientras mirás una película, cuando estás en una reunión de trabajo, cuando expresás tu punto de vista, cuando lográs algo que deseabas mucho, cuando recordás eventos del pasado, cuando te preocupa tu futuro, todas estas instancias de la vida cotidiana van de la mano de algún tipo de emoción. Tal vez sientas miedo, alegría, euforia, nostalgia, arrepentimiento, entusiasmo, tristeza, ternura, todas estas emociones y más forman parte del abanico emocional en el que nos movemos casi sin darnos cuenta. Y si bien a veces pareciera que las emociones "nos invaden" y se apoderan de nosotras, hay mucho que podemos hacer para preservar nuestra emocionalidad. Regular tu Feed Emocional está en tus manos. ¿Qué es el Feed Emocional? Para empezar, es clave tener en cuenta que las emociones son, en palabras de Echeverría, "específicas y reactivas"; ante una determinada emoción, podemos trackear el estímulo que la activó y si eliminamos el estímulo y lo reemplazamos por otro, por ejemplo, la emoción desaparece. Un ejemplo de esto es una comedia romántica que nos lleva de la alegría a las lágrimas en un chasquido. Son muchísimos los factores que influyen en nuestra vida emocional, varían desde simples conversaciones a situaciones críticas.


Ahora bien, el vocablo "feed" proviene del Inglés y significa "alimento", lo que en una primera instancia nos da a entender que el Feed Emocional se refiere al contenido con el "nutrimos" nuestras emociones. Serían algo así como los estímulos a los que nos exponemos y que repercuten en nuestra emocionalidad. En el contexto de las redes, la palabra adquiere una nueva acepción. En este caso, nos referimos al flujo de contenido y de información por el que nos desplazamos. Las redes son un gran cumulus nimbus de información y contenidos que aparecen y desaparecen como flashes a los que nuestra mente se esmera por interpretar y dar sentido de la mejor manera posible. Muchas veces, y de acuerdo a nuestro estado de ánimo (que es más profundo, estable y subyacente), una determinada imagen puede desencadenar emociones de tristeza, envidia, sentimientos de inferioridad, o alegría, empatía, compasión, inspiración, entre muchas otras sensaciones placenteras.

Entonces, ¿qué es esto de "Regular el Feed Emocional"? En primer lugar, es observarte, conocerte un poco más e ir tomando consciencia de los estímulos que van evocando diferentes emocionalidades. Es importante que te permitas sentir las emociones que vengan con curiosidad, para saber dónde se alojan en el cuerpo y qué tipo de estímulos los evocan (ojo que tus pensamientos también forman parte de esto). Por ejemplo, en aquellas ocasiones en que sea posible, elegir a consciencia qué tipo de conversaciones querés mantener, en qué momento, diseñar los espacios en los que querés que ocurran, prepararte emocionalmente para recibir y aceptar puntos de vista diferentes al tuyo y poder mantener la claridad mental necesaria para expresarte con precisión y confianza. Esto aplica también tanto a las redes, por ejemplo, al tipo de contenido que querés ver y las cuentas que querés seguir, como a la gente de carne y hueso que te rodea, los grupos de whatsapp en los que se habla de temas que no te nutren, las conversaciones que envenenan más de lo que alimentan, los medios que elegís para informarte y el horario en que mejor te sentís para exponerte a las noticias.

Esto no quiere decir que evitemos lo desagradable, a veces pasan cosas que están fuera de nuestro espectro de responsabilidades, lo que quiere decir es que al reconocer los estímulos que desatan en vos determinadas emociones puedas elegir tanto alejarlos de vos en el caso de que sean desagradables o buscar herramientas para abordarlos de la mejor manera, como crear espacios para que haya más de ellos si es que son vigorizantes.


Por último, tomarnos unos instantes todos los días para dar gracias, ya sea al levantarte o antes de acostarte, dedicar unos minutos para "contar nuestras bendiciones" como dicen en las películas porque estar bien es algo que siempre deseamos -el mismo hecho de desearlo implica un carencia- y muchas veces no registramos lo bien que estamos. El ritmo frenético de la vida en Occidente nos lleva a estar constantemente con la mirada puesta en la recompensa en el futuro, alejándonos de lo único certero que tenemos momento a momento, nuestro aquí y ahora, nuestro eterno presente. Expresar gratitud tanto por las bendiciones como por los desafíos de la vida nos ablanda el corazón, nos llena de paz y de aprecio por la vida.




 

Lucrecia Ricchezza

Profesora de Yoga Integral Vinyasa y FisiomYoga Terapéutico

Coach Ontológico Transformacional

Facilitadora de encuentros de Meditación



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